Wayuu, el lugar perfecto para meditar, sanar, conocerte y relajarte

Hace un par de semanas me escapé del trabajo porque me llegó una invitación a la cual no podía negarme. Aún no sabía bien adónde nos llevarían, pero la invitación hablaba sobre tomar algunas pláticas para manejar el estrés, varias actividades para desconectarnos de la rutina y una sesión de meditación. Yo que últimamente ando en la loca y mis ideas también dije ¡me apunto!

Así que un martes por la mañana la aventura empezó tomando unas camionetas llenas de snacks orgánicos deliciosos que nos llevaron a mí y a otros bloggers a la hermana república de la lejana Santa Fe, en donde el piso 21 de un moderno edificio ubicado en Paseo de la Reforma, albergaba un rinconcito de paz y mucha luz llamado WAYUU.

El lugar

Cuando me mandaron la invitación, no sé porque mi mente conectó: seguro haremos yoga. Pero no, solo tenía que ir vestida de forma cómoda, entonces seguía sin saber bien qué haríamos. Cuando llegamos todo fue más claro y más al saber el significado del nombre del lugar: Wayuu es un término que proviene del pueblo wayú, una comunidad de aborígenes de Colombia y Venezuela en donde esta palabra significa ser, persona, aliado y también pareja.

Entonces Wayuu para ser más precisos es un centro que busca desarrollar nuestro ser para encontrar el conocimiento y la guía que nos ayudarán a aprender y compartir la experiencia del crecimiento personal a través del desarrollo de varias técnicas que llevarán a nuestra mente y cuerpo a estar en armonía y balance.

La comida

El lugar desde que llegas emite una paz impresionante, siento que se debe a la gran cantidad de luz que entra, a los colores que lo componen y a lo rico que puedes comer ahí, ya que cuando llegamos moría de hambre porque no me dio tiempo de desayunar, pero para mi sorpresa, María Eugenia Rangel, Directora de Wayuu, nos preparó un menú orgánico delicioso, que por cierto puedes consumir en la mini cafetería del lugar, donde también puedes comprar los alimentos orgánicos que ofrecen.

Mis favoritos fueron el dip de pesto y el de pimiento naranja. Las galletas de arroz estaban bárbaras, la frutita súper rica acompañada de granola caserita y las bebidas súper frescas y naturales. 

Los cursos

Después de que Maru nos contara un poquito del lugar, empezamos con una dinámica en donde nos regalaron una cuarzo que cubrieron con un aroma delicioso. Lo pusimos en nuestra manita y lo cargamos con nuestra energía para que fuera nuestro amuleto siempre que tengamos una mala vibra, andemos en estrés o cosas que nos saquen de balance. No lo he hecho, pero mi mamá me dijo que después de que te regalan un cuarzo debes cargarlo con agua y sal a la luz de la luna llena para que absorba la energía astral y esas ondas.

Después del cuarzi vino lo bueno, Beatriz Peña, Psicóloga y Coach de Vida (a quien puedes seguir en su comunidad en Facebook llamada Transfórmate), nos impartió un curso, bueno más bien una plática buenísima y súper amena que me cayó como anillo al dedo porque andaba yo en irritable, desorganizada, sin poder dormir, enojona, chillones… no me hallaba pues y el tema era nada más y nada menos que: 10 estrategias para manejar el estrés ¡bendito, bendito!

De esta plática no puedo contarte todo porque tendría que redactar fácil unas 10 entradas en el blog, pero lo que puedo decirte y que aprendí a través de la dinámica de “Los lentes”, es que ante cada situación difícil que se presenta en nuestra vida y que nos genera alguna carga de estrés, existen una o varias soluciones que siempre están presentes en nuestro camino para resolverla,

A veces no queremos ver la solución porque nos encanta complicarnos la vida, pero solo basta con ponernos unos nuevos lentes para encarar cada problema y encontrar la mejor solución que siempre, siempre, siempre, está en nuestro interior. Todos pueden aconsejarnos, pero solo nosotros y nuestra intuición sabremos tomar la mejor decisión para resolver el problema en cuestión. Ya si en el camino descubrimos que no era la solución adecuada, bueno, ya no nos quedamos con la duda de ¿qué hubiera pasado si…?

Otra actividad que realizamos con Bea fue poner en unos sobrecitos las actividades que tenemos que hacer, que queremos hacer y que debemos delegar.

Las dos primeras son digamos fáciles de catalogar, pero delegar… sweet baby Jesus, te juro que de todos los que estábamos ese día reunidos, ninguno quería delegar nada, porque si lo hace alguien más saldrá mal, porque somos perfeccionistas, porque si queremos que algo salga bien lo debemos hacer nosotros, porque hoy amanecí con ganas de ser todóloga, bla, bla, bla y así todo esto nos produce un estrés impresionante. Así que hay que saber priorizar y sobre todo delegar, te juro que hacerlo libera.

Bea terminó nuestra sesión compartiéndonos algunos tips para organizarnos mejor, así como una lista de actividades, alimentos, pensamientos, música y lecturas que nos pueden ayudar a liberarnos del estrés. Todo este contenido te lo compartiré muy pronto en otra entrada del blog, porque promesa, está buenísimo y son cosas no fáciles de hacer, sino lo que le siguen 🙂

Así que después de sacar muchas emociones reprimidas y encontrar varias soluciones a varios problemas gracias a la plática de Bea, tomamos un pequeño brunch y la parte que moría por experimentar estaba por venir: la meditación ¡yeii!

La meditación

Resulta que esta meditación no era la clásica que yo conocía, en donde sentadita en posición de flor de loto, sin moverme y sin quedarme dormida, tenía que llegar a un estado zen quien sabe cómo.

Acá la cosa fue diferente. Verónica del Río nos guió en una meditación a través de cuencos de cuarzo, que en términos mortales son vasijas hechas de este mineral que al tocarse emiten ciertas vibraciones y sonidos que acompañados con las palabras y las canciones tan lindas e inspiradoras que Vero comparte, te ayudan no a llegar al Nirvana, sino a liberar cosas que traes guardadas ya sean físicas o mentales, a relajarte, a dirigir tus pensamientos hacia cosas lindas, tal vez hasta ayudarte a dormir o descansar.

Yo que suelo meditar todas las noches con musiquita del programa Synchornicity me he llegado a relajar, pero con esto de los cuencos, te juro que sí, me quedé dormida tantito, pero también despertaba a ratos y me sentía en paz, ligera, plena, sin ninguna preocupación, liberada y sobre todo feliz.

Con este tipo de meditación, Vero nos decía que puedes llegar hasta llorar o algo te puede doler y es normal, porque es la función de las vibraciones de los cuencos: liberarte.

¿Por qué te recomendaría Wayuu?

Con la meditación terminamos nuestra visita a Wayuu y solo quiero decirte que esta sensación en mi ser que te describí arriba se quedó en mí durante todo el día y fue gracias a toda la magia que este lugar y a las personas tan lindas que lo dirigen, así como el equipo de especialistas que imparten los cursos y las meditaciones quienes emanan hacia cada persona que visita Wayuu las mejores vibras.

Si como amiga me dijeras: –Leslie, me siento fatal, enferma, tengo problemas, estoy estresada, quiero gritar, podría matar, no sé qué hacer con mi vida…– Entonces yo te diría: –Tienes que ir a Wayuu–.

Además de la meditación con cuencos, el lugar imparte meditación con tecnología Sinchronicity que he practicado y también te recomiendo, meditación de canalización con ángeles y meditación para niños; así como diferentes talleres de coaching; terapias en pareja, individuales, de sanación y hasta de aromaterapia.

Si quieres conocer el calendario completo de actividades, talleres, terapias, meditaciones y más, o quieres concretar una cita porque dijiste ¡yo quiero eso que Leslie vivió! entra a la página de WAYUU. Te sugiero suscribirte al newsletter para enterarte antes que nadie de los eventos y cursos que realizan mes con mes, te aseguro que no te vas a arrepentir y ya te veré escribiéndome para decirme cómo la experiencia Wayuu cambió tu vida 🙂