Leslie Pérez En las vacaciones tuve la oportunidad de visitar un lugar increíble llamado Agua Blanca, del cual te cuento dando clic aquí. Ahí además de disfrutar de unos días de relajación, probé los beneficios de sus rituales de belleza como el temazcal, los masajes y lo más increíble: nadar en agua termal.
Recintos como Agua Blanca son muy buscados por sus instalaciones termales, ya que este tipo de agua está llena de increíbles beneficios que son maravillosos para todo el cuerpo, pero ¿qué diferencia hay entre esta agua y la normal?
Un poco de historia…
El proceso por el cual nace el agua termal es complejo, por lo tanto este tipo de agua es realmente escasa en el mundo.
Proviene de las capas subterráneas de la Tierra (por ello su temperatura es cálida), después sube a través de grietas y si la cantidad es suficiente desemboca en los llamados manantiales, sino se evapora.
Dicen que su camino desde el interior de la Tierra hasta la superficie, tarda más de 50 años. Es este periodo de tiempo en el que el agua termal se carga de cientos de minerales.
¿Qué minerales tiene?
Entre ellos se encuentran:
Cobre: un excelente antiinflamatorio y antiséptico.
Hierro: facilita la oxigenación celular.
Calcio: que combinado con el Manganeso, tiene efectos cicatrizantes, regula la función del hígado y ayuda a que el corazón lata mejor.
Manganeso: un perfecto antioxidante e hidratante.
Selenio: otro de los antioxidantes favoritos.
Zinc: tiene propiedades regenerantes, antiinflamatorias y antibacterianas.
Dióxido de Carbono: estimula la respiración e incrementa la circulación sanguínea.
Bicarbonatos: que ayudan a aliviar los problemas gastrointestinales, diabéticos y a mejorar la circulación de la sangre.
Potasio: regula el equilibrio de los líquidos y mantiene baja la presión de la sangre.
Litio: sirve para combatir depresiones y estabilizar las olas emocionales.
¿Cuáles son sus beneficios?
Gracias a que esta agua está 100% enriquecida, su uso externo e ingesta desencadenan excelentes resultados en el organismo.
Si la bebieras o te bañaras en un manantial continuamente, nivelarías tu presión sanguínea, mejorías tu digestión y tu sueño se normalizaría equilibrando a la vez tu sistema nervioso y emocional.
Si la aplicaras en tu piel, cicatrizarías rápidamente heridas, disminuirías el tono rojizo si ésta es sensible, la suavizarías, disminuirías la aparición de barritos y espinillas, tu piel recobraría su equilibrio y por lo tanto, ésta se defendería mejor ante los cambios de clima y por supuesto, ante el paso de los años.
ADEMÁS, el agua termal hidrata la piel reseca o intolerante al agua de la llave; la refresca después de hacer ejercicio; le aporta suavidad, confort y luminosidad; se puede usar como tónico después del desmaquillante; ayuda a fijar el maquillaje; en los bebés alivia las rozaduras del pañal y por si fuera poco, calma la irritación después del afeitado, la depilación o después de tratamientos de láser o peelings.
Como verás sus beneficios son increíbles y en caso de que no puedas visitar constantemente un lugar como Agua Blanca o si solo deseas conseguir sus beneficios para tu piel, entonces checa mis 2 aguas termales favoritas y elige la tuya. Ambas te aportan estos beneficios para la piel y cuentan con una amplia gama de productos que están hechos a base de sus aguas termales.
AVÈNE Eau Thermale
El nombre de esta agua termal hace honor a su lugar de nacimiento, el pueblo de Avène en Francia. En 1736 el Marqués de Rocozel descubrió sus beneficios, cuando curó el prurito (irritación de la piel) de uno de sus caballos con baños termales.
En 1990 cuando nació AVÈNE y en 2005 se creó la Estación Termal de la marca, un lugar que cada año recibe a 2.600 pacientes para ofrecerles hidroterapias que curan padecimientos dermatológicos tanto de adultos como de niños.
URIAGE Eau Thermale
La estación termal de Uriage se encuentra en el corazón de los Alpes, para ser más precisos, en el macizo de Belledonne, cerca de Grenoble. Para recoger esta agua hay que subir 422 m de altitud, en donde el agua termal brota a la superficie a unos 28 ºC.
En 1823 la marquesa de Gautheron, propietaria del castillo de Uriage, mandó a edificar en sus dominios un este establecimiento termal. En los años 20’s este lugar cobró un gran apogeo, teniendo entre uno de sus visitantes a la famosa Coco Chanel. En 1992 nació la marca URIAGE y el comienzo de la producción de su gama de productos.
