Hola mis beauties, mamás y futuras mamás. Esta vez les escribí esta nota porque durante mi embarazo he tenido un buen de cambios no solo en mi cuerpo, sino también en mis hábitos y en mi alimentación. Uno de ellos es que tuve que dejar la leche de vaca y empezar a tomar sustitutos de leche porque a los 7 meses del embarazo mi doctor detectó que tenía súper alto mi nivel de colesterol junto con la glucosa y los triglicéridos.
Después de enterarme de esto tuve que decirle adiós a las harinas que son mi vida entera 🙁 a los juguitos, cosas endulzadas y a los lácteos, aunque he de confesar que no he podido dejar el queso, solo quité los quesos amarillos y empecé a comprar quesos light, bajos en grasas y sodio. Con todo esto le tuve que decir adiós a la leche de vaca de la cual soy súper fan, fácil tomaba unos 4 o 5 litros por semana, en licuados con el cereal o así solita 🙁
Entonces mi doctor me mandó una lista de cosas que podía comer, en donde todas las carnes estaban ok, jamón y salchichas de pechuga de pavo bajas en sales, todos las frutas y vegetales que yo quisiera, agua a más no poder y leche de almendras o coco.
Ya había probado la leche de coco ya que la utilizo mucho para hacer pasteles y panes, y así estaba ok con ella, pero tomarla sola me costaba mucho trabajo, me sabía excesivamente dulce y me daba como ew! La leche de almendras jamás la había probado, así que cuando me enteré que tenía que cambiar mi dieta, tuve que ir a surtirme de cosas healthy, así que fui al súper y entonces pagué la despensa más cara de la vida, neta qué caro es comer sano…
¿Es leche o bebida de almendra?
Pero bueno, no quedaba de otra, así que aquí fue cuando empecé con la leche de almendras, que en realidad está mal llamada leche, pues no proviene de la vaca, ni contiene lactosa, así que deberíamos llamarla alimento líquido o bebida de almendras, lo mismo pasa con las bebidas de otros ingredientes como el coco, avena, alpiste, etc.
En el súper había un montón de opciones, pero no sé, me llamó la atención las bebidas de SILK, así que primero para probar no tomé el litro, sino compré unas chiquitas para ver qué tal sabían. La verdad es que me costó alguito de trabajo aceptarla, porque sí, es una bebida, no es leche, es más ligera, casi casi como agua con tantito sabor, entonces no vi mi vida chopeando un pan en ella, bien triste, pero como tampoco podía comer pan y tenía que hacer el esfuerzo por el gordi bebé, le eché ganitas 🙂
Esa vez compré la versión normal, la de almendras y pues bueno, la superé y me empecé a acostumbrar a ella. Luego vi que tenían la misma versión pero saborizada, así que probé las dos opciones, la de vainilla y la de chocolate y me hice súper ultra mega fan de la de chocolate, está buenísima, pero luego recordé que mi glucosa también se podía ir al cielo desarrollándome diabetes gestacional –cosa que no iba a permitir que pasara– así que en otra vuelta al súper me encontré que había las mismas versiones de bebidas SILK pero sin azúcar. Obvio saben mejor las primeras, pero son una opción buenísima para las personas diabéticas o que tienen problemas con la glucosa.
Para acabar el cuento, como una señal me llegó la invitación a un evento de SILK que fue la semana pasada, así que ya entrada en el mood de “yo tomo bebida de almendra”, pues fui con todo y mi panza y me enteré que ahora la marca se puso las pilas para no quedarse atrás y acaban de lanzar una súper variedad de bebidas que van desde la clásica de almendras y sus diferentes sabores que ya muchos conocen y ahora hay otras versiones de coco, arroz y avena. También hay de coco sin azúcar y coco con almendras. La primera ya la probé y yo que odiaba el sabor dulcísimo de la de coco normal se me hizo una excelente opción.
La marca creó bebidas para todos, en mi caso no puedo tomar tanto la de arroz o avena por aquellos de los almidones ya que subirían mis triglicéridos, pero ambas son igual de buenas, sobre todo la de avena para bajar el colesterol.
¿Por qué son buenas las bebidas de frutos secos, cereales y semillas?
Son súper recomendables para personas que buscan llevar una alimentación más sana, por ejemplo, sin las grasas que aporta la leche de vaca. También son ideales para las personas que son intolerantes a la lactosa, que tienen problemas con el colesterol y la glucosa. Además tienen 50% más calcio que la leche de vaca, no tienen colorantes o sabores artificiales y son bajas en calorías por porción.
Platicando con las nutriólogas de la marca, me contaron que las bebidas vegetales pueden formar parte de una alimentación correcta dentro de un estilo de vida saludable; sin embargo, no tienen todos los nutrimentos que el cuerpo necesita, es por ello que se deben consumir dentro de una dieta balanceada. Por esta razón yo las sigo complementando con otros alimentos, ya que no son fuente de proteínas.
En el caso de las mujeres que están lactando su consumo es recomendado cuando el bebé es sensible o tiene alergia a la proteína de la leche de vaca, pero ojo, nunca se debe usar para que el bebé la consuma, solo la mamá.
Aunque efectivamente no tienen el mismo sabor, ni la consistencia que la leche de vaca, e indudablemente son más costosas por el proceso y por los ingredientes que las componen, considero que son una buena inversión si de plano la leche de vaca no es una opción en nuestra vida. Además, con este tipo de bebidas se pueden preparar muchas recetas como licuados, smoothies, postres y platillos salados. ¿Ustedes ya las probaron?