Cuando me mudé a Toronto pasé meses comiendo arroz ya que vivía con una familia filipina, así que como era obvio a mi regreso lo que más ansiaba por probar era por supuesto la comida mexicana, y aunque por muy extraño que suene, también extrañaba la comida extranjera preparada en mi país, porque aunque no lo creas hasta la comida japonesa hecha en México sabe muy diferente a la que se prepara en cualquier otro país.
Desde mi regreso me la he pasado comiendo sin pudor, y la verdad he sido muy afortunada porque además de disfrutar de mi comida mexicana que tanto amo, he estado en uno que otro evento gastronómico que me ha dejado un buen sabor de boca. Justo hace unos días el restaurante Zoku por Hiroshi me invitó para formar parte de los invitados que celebraríamos su primer aniversario y por supuesto que no me lo podía perder.
El restaurante está lindo, lindo y muy fashion, no por nada es uno de los nuevos spots de la Colonia Roma. Al llegar al evento esperaba muchísima comida japonesa desfilando por todos lados, pero no fue así, ya que Hiroshi, el chef de este restaurante japonés juntó a lo mejor de lo mejor en mentes creativas de la cocina y trajo como invitados a los chefs Lucho Martínez de Mia Domenicca, Juan Carrera de Cantina Fina y Victor Zarate de Blanco Colima, así que la noche y la comedera pintaba para ponerse de lo lindo y así fue.
Durante los 5 tiempos que ofrecían una variedad gastronómica bastante peculiar, pude probar los robatayakis de muslo de pollo con mayonesa de wasabi, un petit filet de cebolla y alioli –que fue de mis favoritos–, las brochetas de costilla de res, las mini hamburguesas de short rib, el pastel de elote con mandarina y unos cocteles súper ricos como una limonada de nopal y el agave de mandarina.
Todo estuvo delicioso, así que estoy segura que ir exclusivamente para probar la comida japonesa que ofrece Hiroshi Kawahito, un chef nacido en Tokio, radicado en Los Angeles y ahora un habitante más de la Ciudad de México, ha de ser toda una experiencia para el paladar, ya que Hiroshi posee las técnicas ancestrales de la cocina japonesa y las ha adaptado y explotado para conquistar al exigente paladar mexicano.
Si quieres conocer el lugar, más bien, debes conocer el lugar, así que búscalo en la calle de Durango 359 en la Colonia Roma (mapa aquí).
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